Hace un tiempo me dije, “me encantaría hacer sesiones de fotos en Agüero”, y bien, es algo que se va cumpliendo poquito a poco, sin forzar.
Me encantó volver a fotografiar a Sara. Es la segunda vez que confía en mí para capturar este momento tan único que es el embarazo, y eso lo hace aún más especial. En esta sesión, pude ver cómo se mantiene intacta esa mezcla de fuerza, amor y serenidad que la caracteriza. Acompañarla de nuevo en este viaje es un recordatorio de lo maravilloso que es documentar la vida que evoluciona, documentar la historia de una familia.
Y bueno, si me conoces bien, ya sabes el amor que le tengo a Agüero, así que hacer ahí su sesión de fotos de embrazada, para mi fue un regalo. El paisaje, los mallos, y la calma con que te envuelven, se convirtió en el escenario perfecto. Gracias por permitirme ser parte de vuestra historia, y por dejar que la esencia de Agüero forme parte de ella también.