Recoger la rosa nada más plantar la semilla.
Aquí y ahora.
Nadie recoger la rosa nada más plantar la semilla.
Os prometo que jamás he utilizado este modo que tiene Whatassapp para acelerar los mensajes de audio (x1,5, x2), es algo con lo que me pongo muy nerviosa (hola PAS). Bien, pues el otro día saliendo de casa, en el ascensor, me sorprendí a mi misma dándole, no sé cómo ni porque, al x2… Y pensé ¿pero qué mierda es esta? Tal cual me vino a la cabeza.
Este todo para ya, me tiene un poco frita. ¿A caso no tenía medio minuto para poder escuchar a mi amiga hablando normal? Primera y última vez.
No sé si estarás de acuerdo o no, vivimos en el mundo de la inmediatez, donde si puedo obtener aquello que quiero en un segundo, mejor que en dos. La rapidez y la satisfacción instantánea nos arrastra a querer estar siempre conectados y a buscar esa gratificación momentánea. A nuestro cerebro le mola este chute de dopamina, y nos sentimos muy bien, pero raaaaapidamente, nos pide más, y más.
Y así, se nos escurre la vida.
Donde todo se convierte en urgente.
Nos estamos olvidando de la capacidad de disfrutar. Lo queremos todo aquí y ahora, en vez de VIVIR el aquí y el ahora.
Al hilo de esto, te propongo un ejercicio fotográfico muy sencillo para volver al aquí y al ahora.
¿Cómo puedes VIVIR aquí y ahora? Siendo consciente de lo que estás haciendo en este momento, disfrutándolo, sin pensar en otra cosa, estando al cien por cien, en cuerpo y mente en este preciso segundo.
Te sugiero esto: sal a la calle y da un paseo, media hora por ejemplo, y busca flores. Camina despacio, observando, y haz una sola foto de cada flor. Verás como en ese rato, disfrutas del paseo, de observar la naturaleza, y de hacer fotografías. Serán unos minutos de calma, sin urgencias ni prisas, en el que habrás entrado en contacto contigo misma y tu entorno. Un tiempo para ti, «aquí y ahora».
¿Lo vas a probar? ¡Cuéntame!
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